Nutrición


Ideas de alimentación ante la ola de calor


La importancia de potenciar las precauciones para cuidar de uno mismo durante la ola de calor con el objetivo de evitar los efectos negativos que pueden producir las altas temperaturas que afectan de un modo especial a personas enfermas, los ancianos, los niños, aquellos profesionales que realizan gran esfuerzo físico durante su jornada laboral o las personas que están tomando algún tipo de medicación. El exceso de calor también puede afectar especialmente a las personas con sobrepeso.

La alimentación es uno de los principios esenciales para cuidar de uno mismo durante la ola de calor estival. Durante el verano es conveniente disfrutar de una dieta con deliciosas ensaladas, abundantes frutas y verduras.

Estos son los alimentos más saludables durante el verano, es conveniente lavarlos antes de su consumo. Conviene preparar platos ligeros evitando las comidas copiosas y priorizando el consumo de alimentos frescos. Los gazpachos también son muy nutritivos y refrescantes durante el verano.
Modera el consumo de refrescos porque producen el efecto contrario al deseado. No calman la sensación de sed sino que la incrementan. Puedes tomar abundante agua mineral o zumos de frutas naturales. También puedes preparar una receta de  limonada casera o tomar té frío.

Es conveniente tomar líquido de forma frecuente, incluso cuando no tienes sensación de sed. De este modo, se previenen las posibles consecuencias negativas de la deshidratación. Es esencial evitar el consumo de bebidas con alcohol.

El consumo de frutas aumenta durante el verano. La sandía es una de las frutas estrella en la cesta de la compra. Uno de los efectos del calor es la sensación de cansancio.

El consumo de sandía produce un efecto refrescante además de que previene la debilidad física. La sandía es la fruta más rica en agua.

Apuesta por una dieta menos calórica ya que durante el verano se consume menor energía. Integra en los menús diarios alimentos que contienen minerales, vitaminas, antioxidantes y agua.

Aunque la alimentación sí cambie durante el verano en algunos aspectos para adaptar la dieta a las necesidades de la nueva estación, conviene puntualizar que sí existen algunos aspectos a mantener.

Uno de ellos es mantener unos horarios de alimentación ordenados y evitar picar entre horas. Saltarse una de las comidas es un error posible que conviene evitar. Es conveniente lavarse las manos antes de empezar a cocinar.

Alimentos básicos de la cesta de la compra como los productos lácteos también tienen protagonismo en la dieta.


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